La frontera

Cruzar la frontera era un riesgo que merecía la pena tomar. Mi familia y yo estábamos asustados, no estábamos seguros de poder atravesar el desierto debido a los fuertes rayos del sol. Sabía que cruzar le daría a mi familia una vida mejor. Tuve que cruzar para alejar a mi familia de la pobreza y el medio ambiente en mi país. Era difícil tener que ir de noche y de día caminando solo durante una hora al día. Teníamos que viajar solo con lo que podíamos llevar y nada más. Esto significaba que había que usar poco de agua y comida, desde el momento en que abandonamos el país hasta que llegamos a nuestro nuevo destino. Tuvimos que vigilar a la policía de inmigración que podría habernos encontrado y enviarnos de vuelta a nuestro terrible país o a un campo de concentración. También por los animales salvajes que pudieron haber existido. Quería tener la oportunidad que muchas personas tienen. Para poder mantener a mi familia y no preocuparme si un día no podríamos comer o algún día moriríamos.